Consulta:
Primero evaluaremos su historial médico, examinaremos las áreas que desea tratar y discutiremos sus objetivos y expectativas para elaborar un plan adecuado para usted.

Evaluar/Planificar:
Con base en la evaluación, desarrollaremos un plan de tratamiento personalizado. Esto incluye decidir la dosis adecuada de Botox, las zonas de inyección y los resultados esperados.

Preparación:
Dependiendo de su preferencia, podemos aplicar un anestésico tópico para minimizar las molestias, aunque las inyecciones de Botox generalmente son bien toleradas.

Inyectar:
El bótox se inyecta en los músculos objetivo con una aguja fina. El número de inyecciones depende del plan de tratamiento y de las zonas a tratar.

Instrucciones posteriores al tratamiento/seguimiento:
Tras las inyecciones, se le darán instrucciones sobre los cuidados posteriores. Estos pueden incluir evitar frotar la zona tratada, abstenerse de hacer ejercicio vigoroso durante 24 horas y no acostarse durante varias horas después del tratamiento.

Después de que el tratamiento con Botox haya transcurrido durante dos semanas, evaluaremos si se han logrado los resultados deseados o si es necesario un tratamiento adicional.